martes, septiembre 09, 2014

Sueños de ciudad

Afuera llovía con fuerza; las aceras lavadas por el agua, reflejaban las luces distorsionadas de los escaparates.
Ese era todo el resumen del exterior que podía hacer desde su mesa del café. ¿Qué otra cosa podría notar a esa altura de su vida? Aquella ciudad suele volverse cruel con todos, sin excepción; sabe esconder sus miserias y jactarse de sus oropeles; entre sus calles, muchas veces inmundas y peligrosas para el advenedizo, guarda con secreto pudor sus delitos. Durante mucho tiempo atesoró la posibilidad de dejar para siempre aquel lugar, pero las vueltas de la vida terminaron por unirlo, no sin un atrabiliario rencor, aún más fuerte a esas calles y edificios.
Pagó su cuenta, se puso su impermeable y moviendo sus hombros para terminar de acomodarlo en su gruesa estructura, se dispuso a recorrer las calles que exigían su presencia.
El joven que lo atendió tomó con alegría la propina generosa que había dejado; pensó, como pensó algún día ese viejo que ahora se perdía entre la gente y la lluvia, que si tenía un poco de suerte como hoy, pronto podría dejar para siempre aquella ciudad.

4 comentarios:

Marcelo dijo...

La ciudad nos vive. La patria, si es que existe algo como eso, es la ciudad (que nos vive)
Texto maravilloso, casi detectivesco por un lado, admirado por tipos que podríamos ser el cliente, el camarero, o la lluvia sobre la acera. Un placer leerte, camarada.

Ferragus dijo...

Quedé por largo momento en tus palabras, y tienen un ángulo que no advertí del todo sino hasta ahora: la patria (para bien o para mal) nos vive a través de la ciudad. Un gran saludo, Marcelo. Le daré unas vueltas más al asunto.

Marcelo dijo...

Si hay algo que me gusta de leer y escribir es esto;
"A" escribe algo, seguramente con un sentido
"B" lo lee y capta el 50% del sentido que buscó "A" (si es que buscó un sentido a lo que escribió)
"A" se sorprende con lo que "B" encontró en su texto y se lo dice.
"B" se sorprende con lo que "A" encontró en su comentario, que quizás también comparte en un 50% de lo que pensó originariamente.
"A" escribe otra cosa a partir del comentario de "B", y a "B" le dan ganas de escribir también al respecto y así...ad infinitum

Ferragus dijo...

El circulo virtuoso de la literatura. Viejo, si esto no es literatura, por favor, dime qué lo sería.