Sentó su cuerpo en aquella cornisa de hielo, agotado por el esfuerzo de subir hasta allí. Con cuidado dejó colgar sus piernas cansadas por la ascensión. Era una vista maravillosa ¡Dios mío, como le recordaba a su planeta natal!
Sí Cecilia, afortunadamente tuvo hielos que acogieron su figura. De otro modo, no hubiésemos despertado sus recuerdos. Apuesto que podrías sentir el frío en tus mejillas.
Esta vez no intuí siquiera tu llegada, Viviana. Vienes del otro lado de los andes, perfumada de hiervas de aquellos llanos. Besos, salen a tu encuentro.
Grata sorpresa, SBM. Para que no quede dudas, el personaje en cuestión, tiene figura humana. No logré enterarme de la, o las razones, de su visita. Siempre es bueno contar con tu visita, estimado SBM. Un abrazo.
10 comentarios:
Me encanta, como que me tranquiliza.
Todo mi cariño.
(p+)
Y digo yo, ¡de otro mundo!. Breve, y extremadamente tranquilizador, como dice la palo-ma.
Besos
Tuvo la suerte de llegar antes de que se derritieran los hielos.
Sí, Paloma, tienes razón: Es tranquilizador. Lo curioso es que no existe dolor en su evocación.
Tu cariño acoge. Gracias.
Aunque no lo creas Anab, en aquellas alturas, un cóndor cantaba tu nombre.
Mí cariño y un beso.
Sí Cecilia, afortunadamente tuvo hielos que acogieron su figura. De otro modo, no hubiésemos despertado sus recuerdos. Apuesto que podrías sentir el frío en tus mejillas.
Tu visita alegra.
Tanto en tan poco.
Hermoso,
Un beso desde el llano
Esta vez no intuí siquiera tu llegada, Viviana. Vienes del otro lado de los andes, perfumada de hiervas de aquellos llanos.
Besos, salen a tu encuentro.
Qué bueno, me encanta. Me pregunto cuántas piernas tendría nuestro protagonista.
Grata sorpresa, SBM. Para que no quede dudas, el personaje en cuestión, tiene figura humana. No logré enterarme de la, o las razones, de su visita.
Siempre es bueno contar con tu visita, estimado SBM. Un abrazo.
Publicar un comentario