martes, enero 16, 2024

Números y olvido

El sonido de la campana indicaba el inicio del ansiado recreo -Nadie se levanta hasta que termine el ejercicio -sentenció- Mi mirada sobre un resultado incierto, hecho a tientas, con números que nada me decían ¿qué haces allí, querido cincuenta y cinco como resultado de un simple calculo entre otros números arriba abandonados, dejados como cuerpos sin vida en una estúpida tragedia? Me levanto con mi singular resultado mientras la promesa de la morera con su sombra fresca, apura mis pasos.

Nada de la memoria resiste o permanece.
Otros pasos hollan sus signos.
ecos, reverberaciones...
palimpsesto terrible, atrapado en un eterno pasado.

4 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Qué difícil es conciliar los números con la sombra de una morera.

Literatura y tercer milenio dijo...

Pendían sobre mi cabeza las penas del infierno si no...

Fackel dijo...

Realmente estamos atrapados en un eterno pasado porque lo que aún no existe no nos puede atrapar y además no hay ninguna garantía de eternidad humana para nuestras vidas.

Literatura y tercer milenio dijo...

Es verdad lo que señalas sobre nuestra posición con respecto al tiempo. Ahora, con respecto a aquella garantía que señalas, y el hecho que la misma sea una cuestión debatible, ya es un buen indicativo ¿no crees?