miércoles, agosto 30, 2017

La pausa del escarabajo

Sorprendes con tu presencia iridiscente; las formas de tu vuelo se mantienen en la retina mientras, ahora, descansas sobre una rama que te sostiene. Nada conmueve tu existencia; ningún apuro aborda tu presente; el sol, el viento, la humedad sostenida en el techo del cielo hecho nubes, forman tu paisaje. Mueves tu cuerpo arcano en dirección a la punta de tu rama: la has hecho tuya, tu territorio momentáneo; y allí, enfrentas al  sol que guarda a salvo de tu olvido, la ruta de tu viaje. El viento sacude tu territorio, mece la rama; lees en la luz tu próxima partida. Despliegas tus élitros y emprendes vuelo.

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