jueves, mayo 11, 2017

Elogio a un desaparecido

He de contarle, señor, que usted está parado exactamente donde no quería. Que sus sueños nacen muriendo un poco, otro poco, y así hasta que desaparecen en algo que bien podríamos llamar olvido. Imagino que usted lo encontrará injusto, entiendo, pero fíjese que es nuestro destino; nuestra grandeza hecha nada; nuestras miserias, también; triturada por el peso del tiempo, como en una gran tahona sideral hasta quedar convertida en polvo. Es casi poético, usted podrá decir, y tiene razón, existe algo de poesía en todo ello.

4 comentarios:

Marcelo dijo...

Y también es un alivio finalmente, no? Sobre todo cuando se olviden nuestras miserias.
Un abrazo

Ferragus dijo...

Eso es verdad. Me quedé por un momento buscándole la quinta pata al gato, pero no, mi intuición está de tu lado. Otro abrazo.

Marcelo dijo...

Yo también, y la quinta pata nunca apareció. Aparecerá alguna vez?

Ferragus dijo...

Mira, es cuestión de ponerse a buscarla en este caso; pero guarda con el resultado...