lunes, marzo 19, 2018

Primero de otoño

Los soles en el cenit no queman tu cabeza; apenas la besan
El cuerpo quieto nada dice, nada interroga
Se sublima, a veces, cayendo sobre el mismo piso
Silente.
Ecos de un pasado golpean tu espalda como piedras arrojadas con odio
Las impulsa una mano atrabiliaria que guardó todo lejos de tus ojos
Borró caminos, también leyendas; señales, indicio: todo
Los ojos aprendieron a ver con trozos de cristales que guardaste en tu memoria
Fueron tu guía y calidoscopio.
No te inquieta la memoria de collage porque entiendes los bordes
¿Intuías que la magia está en los bordes, siempre?

No hay comentarios.: