martes, noviembre 07, 2017

Café breve

Descansar el cuerpo bajo la sombra de tu silencio. Apoyar mi cabeza y mirar de lado la ocurrencia de las cosas. Sentir la indiferencia del paisaje solo para caer en cuenta que el café se enfría sobre una mesa limpia, plana, extensa; tomaría media vida recorrer sus extremos. Un reflejo caliente del sol juega al funámbulo en sus bordes ¿Te he dicho que me has construido de lejos; que descansando en esta sombra, tu sombra, el tiempo ha encontrado sosiego? Vórtices de aire caliente danzan sobre la mesa fría; corro hacia uno de ellos: me engulle.

2 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Hay cafés que se deben dejar enfriar...

Ferragus dijo...

Sí, pero cúando...