lunes, julio 13, 2015

La maleta de viaje

Su ropa era hermosa: las camisas planchadas y dobladas; la ropa blanca ordenada y cuidadosamente dispuesta. Sus pañuelos. Cómo olvidar las corbatas de seda que tanto apreciaba. Cada una de esas prendas depositadas con cuidado dentro de su maleta. Todo quedaría allí, entre los suyos, como haciendo un acto de fría presencia.

2 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Una maleta tan cuidadosa suele delatar un drama.

Ferragus dijo...

Es verdad. El drama de continuar. Tiempo al tiempo. Un saludo, Pedro.