domingo, noviembre 30, 2014

La nave silente

Sí, es verdad que hice mucho ruido por las noches mientras la construía, eso es cierto; pero ya no, he terminado. Lo que queda es simplemente una molestia por no saber qué guardo con tanto celo en mi casa. Según una vecina muy amable, distante tres casas de la mía, me comentaba que a los vecinos les parece extraño que viva en una casa tan alta, que parece una especie de granero o algo similar; que les molesta la sombra que proyecta en sus patios, impidiendo que las plantas tomen su merecida carga solar. Pero qué puedo hacer, esta construcción estaba cuando viene a vivir aquí; no fui yo quien levantó tamaña construcción con el propósito de molestar a los vecinos. Mi vecina entiende bien todo esto y trata de calmar las cosas con los otros. Es amable. Cuando traía los materiales para la nave, ella me alertaba por teléfono la presencia de miradas indiscretas en el lugar. Es que construir una nave de tres etapas no es cosa fácil; se requiere muchos materiales y tiempo, sobre todo tiempo ¿Qué si va a resultar? Claro que sí; lo soñé una noche y a la mañana siguiente lo anoté todo con mucho cuidado. Es, al parecer, la única solución que tengo y para ser honesto, me gusta más que cualquier otra opción. La verdad, pienso que todo tiene un límite: el amor lo tiene, la esperanza, el diálogo. El asunto es que nos hemos procurado una sociedad poco amable y en eso la indolencia ha ido ganando terreno; cada día somos menos constructores de puentes y más constructores de escaleras, con el fin último de estas, en su gran mayoría, de estar simplemente más alto que el resto. Se lo expliqué así a mi buena vecina y entendió; sin embargo no cree que lo de la nave resulte, la encuentra muy aparatosa y con poca aerodinámica; le dije que no se preocupe, que va a volar, que todos los detalles están cubiertos y que si tenía un tiempo, viniera a mi casa y se lo explicaba mejor. Me regaló una sonrisa y un asentimiento con su cabeza. La ruta del viaje es otra cosa que también tengo determinada: tomaremos curso en dirección a la constelación del centauro y de ahí nos acercaremos a alfa centauro; la que resulta ser un sistema triple bastante interesante y prometedor para nuestra primera parada fuera de nuestro sistema solar. Es cierto, hice mucho ruido durante la construcción, pero ya no, he terminado, está lista. Es más, cuando despegue nada escucharán; ni un ruido; sólo los que estén despiertos o atentos en ese momento, verán un hermoso rayo de luz.

domingo, noviembre 16, 2014

Mi ruta del té

La caravana se dibujaba pequeña en la inmensidad del paisaje, un paisaje que conocían como la palma de su mano. Ningún secreto era tan celosamente guardado, como lo era aquella ruta que realizaban los mercaderes del té. Desde tiempos remotos cruzaron montañas heladas y desiertos para hacernos viajar con las mercaderías que nos dejaban a cambio de nuestro oro. Al preparar mi samovar, mi imaginación salía disparada hasta aquellas tierras mágicas y lejanas; tierras que me prometía visitar con cada sorbo de la apreciada infusión.

lunes, noviembre 03, 2014

Chica XXI

De todas las cosas que hasta ahora he podido constatar –sus tacones golpean seguros las baldosas del paso peatonal- me genera molestia no poder encarar de mejor forma la vida que, por momentos, me sabe a una simple injusticia provocada por un determinismo del cual no puedo escapar. Dicen que el péndulo ahora está en nuestro lado ¿Sabrá alguien lo duro que es ser una chica en este siglo?