jueves, mayo 01, 2014

Marte está dormido

En qué te has convertido, poderoso guerrero astral; viajas arrastrando a tus dos hijos ya muertos en un silencio aterrador que terminará cuando uno de ellos, como queriendo besar tu rostro, te golpeé en estrepitosa caída. Dime, qué ha sido de tu manto; qué de tu líquido vital. A la deriva arrastras tus telúricos recuerdos, tu campo magnético despedazado de pretendida actividad. Te mueres, es cierto, pero quién sobrevive aquí. Nacer es morir en esta palingenésica realidad.

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