martes, octubre 29, 2013

Viento austral

Cómo lo hago para perderme en tu silencio.
Cómo saber que no me expulsarás ante mi súplica.
¿Abrirás tus hielos para guarecerme?
¿Tendrán mis huesos el honor de tu cobijo?
¡Rescátame!
¡Rescátame!
¡Rescátame!

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo tendrá

Ferragus dijo...

Vértigo, provoca su sentencia.

Anónimo dijo...

Sentencia no.
Una transformación.

Anabel Rodríguez dijo...

No se negaría a rescatarte ante semejante súplica. Tienen mucha fuerza tus palabras y el viento no podría resistirlas. Besos que saltan un mar, viajan en el viento y te llegan, por fin.

Ferragus dijo...

Duele el alma intentar poesía. Al igual que tú, lo imagino exorable ante semejante súplica. Vuestro saludo hecho beso, ha llegado a tierra firme.

Marcelo dijo...

y Ferragus? Te animas a actualizar hoy?
Un abrazo

Ferragus dijo...

Cómo no, estimado Marcelo. Ten un buen día.

Marcelo dijo...

Lo hará?

Ferragus dijo...

Qué pena aparente, Marcelo: Para los dioses, certezas; para los humanos, incertidumbre.

Magda Díaz Morales dijo...

Feliz 2014 para ti. Mis mejores deseos de paz, amor y salud.
Un fuerte abrazo.

Ferragus dijo...

Curioso, hoy precisamente estuve pensando en tu blog y recorriendo los títulos que te acompañaron este año. Qué alegría leerte.
Gracias por tus palabras, bien apreciada amiga; que tengas un excelente ciclo. Que acudan hasta ti todas aquellas cosas que nos son necesarias para seguir creciendo. Un abrazo sostenido.