martes, mayo 08, 2012

Intermedio X

Comencé hace un par de semana con Balzac. Esto, porque hace varios años, un amigo hoy desaparecido, según sus propias palabras (¿¡!?) me facilitó un libro que contenía algo así como tres novelas de dicho autor. Eran otros tiempos, incluso la soltería imperaba en mi reino y el tiempo libre era un recurso abundante.
- Lee este libro y después lo comentamos –Dijo, mientras me lo entregaba.
Lo tomé, abrí la cubierta un tanto maltratada y leí el nombre del autor con interés creciente; después fijé la mirada en el título, percatándome que se trataba de una selección de tres novelas.
- Balzac es francés ¿Cierto? –Pregunté, ahora intrigado.
-Por su puesto; léelo y lo discutimos lo antes posible. –Contestó con una sonrisa.- Espero que no tardes más de dos semanas…
-Dos semanas, no sé, estoy en medio de otro libro.
-Deja a los alemanes de lado (sabía que estaba leyendo El perfume) y dedícate a los franceses.
-¿Cuánto tardaste en leerlo? –Le pregunté con sonrisa burlona- Te prometo tardarme la mitad del tiempo que te llevó a ti.
Su sonrisa se marcó aun más lo que dio paso a las risas mutuas. -Está bien, tienes todo febrero para terminarlo. –Sentenció.
Lo lamentable de todo esto, es que a pesar de haber terminado el libro en el tiempo señalado, el azar no nos volvió a reunir para discutir la lectura. Lo lamento.
Entonces, como un signo del aprecio que siento por aquellos dos amigos, conseguí la obra completa de Balzac, titulada La comedia humana; la cual me propongo terminar este invierno austral. No es una tarea menor hoy en día: los diez y seis tomos me miran incrédulos…