viernes, septiembre 30, 2011

2.5 millones de años luz

…y al despertar a la mañana siguiente, comprobando que todo había sido un mal sueño, se levantó presuroso en dirección a la ventana de su cuarto; pudo ver en la línea del horizonte como emergía la estrella del día con su típica tonalidad azulosa, lo que le hizo respirar profundo de tranquilidad. Las sombras de los valles se disipaban y una suave brisa fría le fue a saludar.

6 comentarios:

Laura dijo...

Buf, cómo son esos despertares en los que no sabes muy bien dónde estás y cuánto de real tuvo aquel mal sueño...Menos mal que siempre hay una señal que nada más despertar te recuerda quién eres. Puede ser una estrella azulada o la mano suave del que duerme a tu lado.

Un saludo.

Ferragus dijo...

Tienes toda la razón, Laura; pareciera que siempre, o casi siempre, existe ese algo o alguien que te dice que eso que quedó atrás, fue sólo un mal sueño. A 2.5 millones de años luz, desde este planeta, yace Andrómeda; intuyo que nuestro héroe sonríe feliz.

Paloma Ossandón dijo...

ohhh, que serenidad
me encantó
besos, abrazos, cariños

Ferragus dijo...

Qué bueno es saber de ti, Paloma; tu visita alegra, lo sabes. Y tus saludos, cada uno de ellos, recibido con gratitud.

Paloma Ossandón dijo...

Olvidaba los saludos a P. <3

Ferragus dijo...

Descuida, ya se los dí ;)