jueves, febrero 03, 2011

Viena

Un espeso manto de nieve caía sobre la ciudad.
-Mire, la verdad tengo ciertas dudas sobre su estado psicológico; no es que lo suponga loco, no; llama la atención la forma de construir su entorno. Por el momento nada quiero adelantar, esperemos algunas sesiones y luego veremos.
-Tómese el tiempo que necesite. Juegue a lo que quiera con su dialéctica.
Se levantó de la silla a la vez que tomaba su sombrero, y despidiéndose de manera amable de su interlocutor, se dispuso a marchar.
Antes de cerrar la puerta de la consulta, la voz de aquel le interrumpió.
-Una última pregunta.
-¿Si?
-¿Dónde se está hospedando?
Girando su cabeza con evidente signo de molestia en su rostro contestó.
- En el psiquiátrico ¿dónde más?

2 comentarios:

Anabel Rodríguez dijo...

Muy, muy, muy bueno el microrrelato, destila ingenio.
Besos

Ferragus dijo...

Quedó bueno ¿cierto? Tiene su dificultad trabajar en microrrelato. Si tienes tiempo, dale una mirada al trabajo de un grande en este formato: Augusto Monterroso.
Alegra saber de ti, Anabel; alegra. Un beso desde este lado del mundo.