Un espeso manto de nieve caía sobre la ciudad.
-Mire, la verdad tengo ciertas dudas sobre su estado psicológico; no es que lo suponga loco, no; llama la atención la forma de construir su entorno. Por el momento nada quiero adelantar, esperemos algunas sesiones y luego veremos.
-Tómese el tiempo que necesite. Juegue a lo que quiera con su dialéctica.
Se levantó de la silla a la vez que tomaba su sombrero, y despidiéndose de manera amable de su interlocutor, se dispuso a marchar.
Antes de cerrar la puerta de la consulta, la voz de aquel le interrumpió.
-Una última pregunta.
-¿Si?
-¿Dónde se está hospedando?
Girando su cabeza con evidente signo de molestia en su rostro contestó.
- En el psiquiátrico ¿dónde más?
2 comentarios:
Muy, muy, muy bueno el microrrelato, destila ingenio.
Besos
Quedó bueno ¿cierto? Tiene su dificultad trabajar en microrrelato. Si tienes tiempo, dale una mirada al trabajo de un grande en este formato: Augusto Monterroso.
Alegra saber de ti, Anabel; alegra. Un beso desde este lado del mundo.
Publicar un comentario