miércoles, febrero 24, 2010

Durazno

Ya era hora, el tiempo le era propicio. Aprovechando el suave mecer provocado por la brisa tibia de la mañana, soltó su debilitado pedúnculo; y entre aromas de fruta madura, se fue a estrellar feliz, sobre una tierra que le aguardaba.

7 comentarios:

Anabel Rodríguez dijo...

Y no sólo la tierra aguardaba el durazno, seguro que algún espabilado le dio un bocadito antes de que se comenzara a pudrir. Yo lo haría.
Durazno. Me encanta esa palabra.
Besos

Ferragus dijo...

Para hacer honor a la verdad, Anabel, el texto tenía por título “Damasco” y es que hace un montón de años en el tiempo, siendo un pequeñuelo de pantaloncitos cortos, digamos, seis años; tenía la costumbre de levantarme muy temprano, incluso antes que mis padres; entonces, salía a recorrer el sitio en busca de los rastros de los juegos que lograba el día anterior. En una de aquellas oportunidades, sentado en una piedra a la espera de los primeros rayos de sol, miré hacia uno de los árboles frutales que allí teníamos, específicamente un damasco; grande fue mí alegría, cuando al fijar la mirada en uno de sus hermosos frutos, éste simplemente se dejó caer para mí. Corrí hasta él, lo tomé en mí mano, y percibí toda la fuerza de su aroma que inundaba mis sentidos.
Te podrás imaginar lo sabroso que estaba, mhhhhh. Claro que lo imaginas, si ya tomaste un bocadito de este durazno. Provecho.

Besos y saludos.

Natalie Sève dijo...

tu relato me describe el vaivén de la brisa sobre una fruta translúcida.. tu imagen de la infancia recién relatada, está llena de color, bordes de naranja y dorados...
saludo al niño para el cual la fruta se descolgó especialmente..

un abrazo

Natalie

Ferragus dijo...

Qué grata resulta tu visita, Natalie. Cuán agradecido esta ese niño, de tu mirada. Qué alegres los colores que propones.

Besos, Natalie.

Clarissa dijo...

Ferragus, ¿estás bien? Acabo de oir lo del terremoto en tú país...

Ferragus dijo...

Gracias, Clarisa, Gracias. Aquí es todo un desastre: Destrucción y llanto. La tierra se mueve a cada momento; las autoridades, gracias a Dios, no se han visto sobrepasadas. Sólo nos queda aguantar las ‘replicas’ y dar gracias por estar vivos.
Eres hermosa; te envío u beso de eterno agradecimiento.

PS
Debemos abandonar nuestro departamento (piso) por algunas horas. No sé cuándo volveremos.

Clarissa dijo...

¡Cuidate!