miércoles, marzo 11, 2009

En el borde

“En esta época, lo grandioso y realmente trascendente para los ojos del ser humano, la mayoría de las veces, no logra ser develado a través de las palabras; estas últimas, como viejas herramientas, ceden paso al silencio…”
Leía una y otra vez las líneas, buscando, no una conclusión a aquellas palabras que le interrumpieran su sueño durante la noche anterior, sino más bien, una abertura por donde escapar. Se le podría imaginar con sus manos sosteniendo la cabeza; la pieza en el más completo orden; una luminosidad atenuada por gruesas cortinas. “…como viejas herramientas…” repetía en voz baja. Pensaba en todos lo textos hasta ese momento escritos; en aquellos que hicieron de la escritura y las palabras, una suerte de “hilo de Ariadna” para no olvidar el camino recorrido. Palabras también lanzadas como flechas a la humanidad de un hipotético futuro. Trascendencia.
Luego, intuyendo una leve fisura entre sus palabras, escapa; buscando el vértigo que le prodiga el silencio.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Los silencios también son una fórmula para expresar sentimientos, desacuerdos,impresiones... El silencio es una compañía dulce en ocasiones, en otras es un estruendo del que no puedes escapar.

Ferragus dijo...

Ahora que leo tus líneas, Cecilia, caigo en cuenta de la multiplicidad de sentidos que adquiere, o que puede adquirir el silencio. De estos, gusto de aquel que lo vuelve dulce para nuestra alma. No obstante, de todos los otros quisiera aprender.

Un beso, Cecilia.

Anabel Rodríguez dijo...

Tal vez no hace falta acercarse al borde, puede que palabras y silencio sean dos caras de la misma moneda, que podemos utilizar para explicarnos casi todo.
Besos fuertes y casi casi primaverales.

Ferragus dijo...

Ya lo creo, Anabel. Pero ahí estamos: como funámbulo sobre aquella moneda que propones.
Da la impresión de una tendencia a ahogar el silencio con palabras. Te invito, a que te acerques a los bordes.

Un beso, en manga corta (¡Hace un calor!)

SBM dijo...

Silencio angustioso.Si no puede explicarse, abarcarse con palabras, no puede ser enteramente comprendido. Como una cumbre sobre la que no se ha puesto una bandera de triunfo.

Ferragus dijo...

A lo que haces referencia, SBM, es lo que me cautiva del silencio. Como una cumbre nunca alcanzada, la que a cada paso, es siempre posibilidad.
Un abrazo, amigo. Tu visita enriquece.

Anónimo dijo...

Algo hay en el texto que me conmueve. No es el silencio ni las palabras que pudieran decirse o callarse. "Algo" que puede expresarse con pinceladas o poesía.
-Es intrascendente el porqué me gustó tanto ¿cierto?-
Un abrazo,
Vivi

Ferragus dijo...

Primero que todo, me pone muy contento tu visita. Te extraño, y lo sabes. Lo otro: El que te haya gustado el texto, es mí alegría. Si gustas, podemos intentar vestir de razones ese “algo” y con ello volver trascendente ese “porqué”. No sería un empeño baladí, en todo caso ¿verdad? Pero lo cierto es, que ese “porqué”, está supeditado a la trascendente existencia de ese “algo”

Un beso, Viviana.

Natalie Sève dijo...

En mi caso, la fisura del silencio más bien me apaga el vértigo de las palabras.
Bello texto... sólo las gracias y el necesario callar..
Un abrazo
Natalie.

Ferragus dijo...

Gracias por tus palabras, Natalie. Cómo me gustaría que me relataras un silencio tuyo.
Con sonidos de amarillentos nogales, te envío un saludo desde esta, tu tierra.

Un beso, Natalie.

Anabel Rodríguez dijo...

Se te echa de menos.
Saludos primaverales.