Cuento corto
Resulta que se cansó de todo. No quería intentarlo otra vez. En su intento más reciente se lo había prometido: “Es la última vez…” Y claro, no ocurrió como imaginaba. Inclusive, empeoró su escenario. Frunció el ceño, se atragantó con un sollozo contenido, cerró sus ojos y se dejó morir.
10 comentarios:
¿No le quedaban fuerza para intentarlo otra vez? Siempre hay que intentarlo, porque de allá no se vuelve si te arrepientes.
En esta oportunidad, él no pudo, Cecilia, simplemente no pudo.
Un beso, querida amiga.
Su muerte no fue consecuencia del esfuerzo del último intento, sino de fruncir el ceño, cerrar los ojos y sollozar.
Un saludo con los ojos muy abiertos
Grata, es tu visita, SBM.
Está bueno ya de monumentos al éxito. No sé cuales fueron sus derroteros, lo intento muchas veces y simplemente fracasó. Lo otro es un discurso a la biología: La vida tiende (valga la redundancia) a la vida.
Esperando que esas vacaciones hayan surtido su efecto, te dejo un abrazo, SBM.
A veces pasa, uno quisiera que el escenario cambie, que las cosas se den de otra manera...algo que sea diferente. No todo sale como uno quiere, no siempre nos dan el gusto. Es cierto.
Veremos qué se puede hacer con la adversidad, más adversidad.
veremos.
No frunciré el ceño, señor. Ni sollozaré (porque me arrugo)
Un beso -grande-
(bah, un beso alcanza sin tamaño)
este estilo te da garbo.
Bacio
(p+)
Por lo visto, nuestro personaje no pudo con la adversidad, Viviana. Las cartas para él, fueron ya jugadas y simplemente perdió. Claro que con todo esto, alguien ganó: Deliciosamente cínico. Pero concedámosle algo al personaje; esto sólo se puede realizar, si contemporizamos (en el más amplio sentido) con su vida resumida en aquellas palabras ¿Qué se le debiera conceder? ¿Dignidad? Por qué no.
Y si debes sollozar, y con esto arrugarte, Viviana: Hazlo.
Besos par ti, Viviana.
Me alegra que fuera de tu agrado, Paloma. También me gustó; tiene una estética interesante.
Dejaré un puñadito de alpiste, para que vuelvas, cariño.
Un beso, Paloma.
Leyendo tu relato recordé una noticia de las navidades del año pasado. Después de las celebraciones del día 24 una chica subió al monte, y allí se dejó morir. Lo recordé porque tu frase era la que leí texualmente, "se dejó morir", me impresionó tanto que estuve un montónde días sin quitarmelo de la cabeza.
Besos y saludos transoceánicos
¿Será frecuente el “dejarse morir”?
Que curioso, Anab, ahora tú me dejas pensando en las motivaciones que pudo tener, aquella mujer en esa navidad.
Un beso, estimada Anab.
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